La gripe o el resfriado incluye como uno de los síntomas habituales la tos.
La miel es considerada un superalimento por sus múltiples beneficios y propiedades para el cuerpo humano.
Es rica en vitaminas (A, C, D, B1, B2, B3, B5 y B6) y en oligoelementos (cobre, magnesio, hierro, fósforo, potasio, azufre, calcio, manganeso, sodio y yodo), por lo que es ideal para tratar varios males que nos pueden aquejar.
Propiedades de la miel para los catarros, resfriados y gripe.
Ayuda a aliviar y calmar el dolor de garganta, gracias a su textura y su dulzura.
Interesantes efectos antimicrobianos.
Acción antioxidante antiviral.
Por sus cualidades nutricionales ayuda a aumentar las defensas.
Generalmente la miel se suele mezclar con el limón para un tratamiento más efectivo.
El limón aporta nutrientes como vitaminas y minerales como flavonoides y ácidos orgánicos. Gracias a sus nutrientes, mejora síntomas de indigestión, fiebre, tos estrés y fortalece el sistema inmunológico.
Por eso, cada vez que aparece la tos la miel es un gran aliado, y si no conseguís miel, acordate que Broncogalen es un gran medicamento para tomar en esos momentos.